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4 de agosto de 2013

Ante los gobernantes de un Ayuntamiento, existen muchas formas de protestar de forma civilizada, honesta y valiente. 

...Pidiendo una cita con el Alcalde o Concejal de turno, presentando un escrito, recogiendo firmas de los vecinos o de un colectivo afectado, trasladando la queja a una fuerza política en la oposición para que sea tu voz en un pleno o en una comisión, e incluso, al partido que sustenta al gobierno respectivo para que medie ante sus compañeros en el poder...

Todas ellas, aglutinan la esencia de una protesta: "Cambiar lo que te parece que está mal". Dando la cara, sin miedos, desde la libertad y el respeto. 

Hacerlo desde la impunidad de la madrugada y el anonimato, no dando opción de respuesta, ya no es protesta: es delito, agresión y cobardía.